Vidas Pasadas

Celine Song es una dramaturga, guionista y directora coreano-canadiense, que dejó su tierra natal a los 12 años para irse con su familia a Canadá en busca de un futuro mejor. La película de la que hablamos hoy: Vidas Pasadas (Past Lives), es su film debut que fue todo un éxito en Sundance el año pasado.

Cuando uno lee la sinopsis de Past Lives piensa que se va a encontrar con el típico melodrama telenovelesco de amores no correspondidos, pero ya desde el primer plano de la película (primero por el orden cronológico, porque en realidad es un plano medio conjunto), mostrando a tres personajes en la barra de un bar, criticadas por un par de voces en off que no volveremos a escuchar jamás, nos damos cuenta que estamos frente a un drama que no tiene nada de típico.

La acción retrocede 24 años en el tiempo y nos muestra a Nae Youn y Hae Sung dos adolescentes de 12 años que caminan juntos de regreso a la escuela, la primera llora y él trata de consolarla. Poco tiempo después se separarán porque ella se mudará con su familia a Canadá.

12 años después, Nae se llama ahora Nora y vive en Nueva York donde está desarrollando su carrera como escritora. Conversando con su madre, de pronto recuerda a Hae y lo ubica en Facebook. Ambos inician entonces una especie de relación a distancia, en la cual recuerdan su adolescencia y desarrollan cierta química entre ellos. Hasta que un día Nora le pide no hablar más porque pasará todavía mucho tiempo para que se vuelvan a encontrar físicamente.

Después de esa interrupción vuelven a pasar otros 12 años más, hasta que Hae Sung logra viajar a Nueva York, donde Nae se ha desarrollado como escritora y está casada con Arthur otro escritor a quien conoce en un retiro. ¿Qué pasará en este encuentro?

Con una gran sutileza y unos diálogos sencillos pero al mismo tiempo de un gran significado, la directora nos sumerge rápidamente en los vaivenes de esta complicada relación que no es amical, pero tampoco llega a ser amorosa.

Valiéndose de un trío protagonista de lujo, encabezado por una enorme Greta Lee a quien acompañan Teo Yoo y John Magaro, quienes muchas veces dicen más con sus silencios y gestos que con sus vonces, Celine Song compone un drama romántico hermoso e irresistible.

Para ser un film debut Song maneja el lenguaje audiovisual del film con gran solvencia, mérito compartido con su director de fotografía Shabier Kirchner. Juntos logran unos encuadres perfectos, desde los planos en que ambos personajes conversan a distancia por Skype, pasando por las tomas en pareja o en triángulo, donde todos están posicionados en perfecta armonía visual.

Son particularmente significativas (solo por nombrar algunas), la toma en la que Hae y Arthur se conocen, los planos de los tres en el bar y por supuesto la escena final de la espera del Uber, que termina con un emotivo travelling.

A esto podemos agregar las tomas de un Nueva York que a pesar de ser el mismo que se muestra a los turistas, aparece ahora impregnado de una peremne nostalgia la cual se entrelaza firmemente con el estado de ánimo de los protagonistas.



 En suma Celine Song ha logrado con esta muy personal  Past Lives una obra maestra, probablemente el mejor drama romántico que hayamos visto en los últimos 10 años, lo cual implica un problema, porque Song se ha puesto a sí misma la valla muy alta. Veremos cómo sale de este aprieto.

Comentarios

Entradas populares