La Zona de Interés

Jonatan Glazer es un director británico que se inició filmando videoclips para bandas como Blur o Radiohead y que luego dio el salto al cine con Sexy Beast. Cuenta solo con cuatro largometrajes entre los que podemos destacar Birth y la cuasi experimental Under the Skin con Scarlett Johanson.

Esta vez ha decidido apadtar The Zone of Interest, basado en la novela del mismo título del escritor inglés Martin Amis, y que cuenta la vida cotidiana de una familia de nazis que vive en  una casa de campo en Auschwitz, justo al lado del infame campo de concentración donde fueron gaseados e incinerados miles de judíos.

En lugar de elegir el tratamiento convencional seguido en películas sobre el Holocausto que muestran los horrores de los campos de concentración, Glazer prefiere centrarse en el día a día de la familia del oficial Höss quienes parecen vivir una vida idílica en una magnífica residencia campestre, al lado de un río, con piscina y muchas de las comodidades existentes en la época.

Glazer además prefiere mostrarnos esa realidad desde cierta distancia, empleando  planos amplios mayormente fijos, en los que se pueden apreciar varios elementos en el encuadre, y cuando este no alcanza, emplea travellings laterales, que nos dan una idea bastante aproximada de cómo es la casa de los Höss y la "normalidad" en la que se empeñan en vivir día a día.

Particularmente hay un encuadre recurrente: uno con la cámara desde el interior de la casa, al fondo de un estrecho pasillo, desde el que se ve la puerta y todos los que entrarn y salen del hogar Höss.

La elección de este tratamiento que intenta demostrar la teoría de "la banalidad del mal" de la filósofa Hanna Arendt, es interesante porque nos indica que a pesar del empeño de negar el mal, su esencia oscuara termina por permear la vida de la familia a través de pequeñas cosas como restos de piezas dentales, humo, resplandores de fuego que iluminan las noches y hasta la contaminación del río vecino, el único momento en el que la famlia parece experimentar el horror al salir corriendo a enjuagarse a las duchas de la casa.

Estas intrusiones del horror genocida en la familia Höss van in crescendo, y hasta parecen insmicuirse en los cuentos que les cuentan a los niños antes de dormir, como el famoso Hansel und Gretel, con el que se hace un interesante paralelismo con los hornos de la masacre.

Glazer se permite un flash forward que puede tomar desprevenido al espectador: de un momento a otro aparecemos en el Auschwitz actual, ahora ocupado por un museo, señal clara de que el director desea anclar el pasado en el presente y que esta historia que cuenta podría volver a ocurrir. Lamentablemente con los hechos que estamos viviendo todo indica que ese es un escenario posible.

The Zone of Interest tiene cinco nominaciones al Oscar. Glazer se ha asegurado al hacer el film en alemán, porque sino se llea el premio a mejor película, podría llevarse el Oscar a mejor film en idioma extranjero, aunque se trate de una producción británica.