American Fiction

 Thelonious Monk Ellison es un escritor intelectual de mediano éxito, que enseña literatura en una universidad y que hace tiempo que no publica nada porque le rechazan sus libros. Luego de un lío con una alumna, lo envían a un descanso forzado donde se reencontrá con su familia y también con el éxito que tienen libros escritos por autores negros, que están llenos de clichés y estereotipos.

Harto de que se ensalcen libros que para él no solo están mal escritos sino que cuentan historias repetidas, decide escribir una novela en ese estilo a la que al inicio pretende llamar My Pafology, empleando para ello un seudónimo gracioso Stagg R. Leigh. Su agente al inicio piensa que se volvió loco, pero luego al ser aceptado inmediatamente por una editorial y luego ser pretendido por Holywood para llevarla al cine, se convierte en impulsor del proyecto.

Monk tiene entonces que crear un personaje, un fugitivo de la justicia que tiene esconderse para poder escribir. Sobra decir que él no se siente cómodo en el personaje y peor aún cuando la novela entra a un concurso en el él mismo participa como jurado.

Film debut del guionista Cord Jefferson (quien ha participado en divertidas series de comedia como Master of None, Watchmen o The Good Place), quien mezcla hábilmente el drama, en este caso centrado en las relaciones del protagonista con su disfuncional familia y la comedia, que nos muestra la hipocresía de ciertos sectores del público a la hora de comprar libros.



Lo que más destaca del film, obviamente es la presencia de Jeffrey Wright, un gran actor que hace rato merece ya un oscar, pero que hasta ahora solo obtuvo un Globo de Oro por un papel en una serie televisiva hace años. Lo acompaña un elenco bastante competente Tracee Ellis Ross, John Ortiz, Erika Alexander, Issa Rae y Sterling K. Brown, quienes logran darle la réplica a Wright tanto en los momentos dramáticos como en los de humor.

Se nota la fibra de buen guionista de Jefferson no solo por su habilidad de saltar del momento más dramático a otro cómico, sino también por los diálogos de los personajes, muy realistas y algunos de ellos muy inteligentes y también por crear escenas muy atractivas, como la que da inicio al film, y en la que se muestran ya varios de los elementos que el director va a satirizar a lo largo de la película.

Mención aparte merece la banda sonora a  cargo de Laura Karpman, quien en base a pocos instrumentos (en los que sobresale un piano), logra componer un score que va de la mano con el humor mordaz y el tono contenido de la película.

En suma se trata de dramedia, fresca, original y de muy buen nivel para un director debutante. El único problema es el final. American Fiction te deja con ganas de más y esto que el director no solo te da un final sino tres, para que se escoja el que más convenga; pero en ninguno de esos tres finales (spoiler alert!!) te cuenta qué pasó con la sátira. Hubiera dado mucho gusto ver las caras de los lectores engañados.

Aún así, American Fiction merece llevarse al menos una estatutilla, sino es la de Jeffrey Wright, al menos la de mejor guion adaptado para Cord Jefferson, quien ojalá nos regale más de sus historias en los años que vienen.

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