Cuando X conoció a Magneto


X Men : Primera Generación
Después de esas dos decepciones que fueron X Men 3: The Last Stand (2006) y X Men Origins: Wolverine (2009), nos habían quedado serias dudas de la continuidad de esta franquicia. Por eso recibimos con cierto escepticismo el anuncio de este nuevo capítulo X Men: First Class.
Dos buenas noticias sin embargo, nos hicieron abrigar ciertas esperanzas, la llegada en la dirección de Mathew Vaughn, un  director británico que brilló recientemente con Kick Ass (2010), una fresca película de un especial superhéroe adolescente, y la participación en la actuación de Michael Fassbender, un prometedor actor irlandés de ascendencia germana, que ya había tenido una participación destacada en el film de Quentin Tarantino,  Inglourious Basterds y en 300 de Zack Snyder.
Las primeras imágenes de X Men: First Class, nos confirmaron que había razones para tener esperanza:  una adecuada introducción nos muestra la infancia de los dos personajes clave en esta historia: Charles Xavier un niño de familia acomodada que vive en total descuido de sus siempre ausentes padres, y Erik Lehnsherr un niño judío en un campo de concentración, que es obligado por el sádico Dr. Schmidt a demostrar sus dotes especiales atrayendo y  manipulando metales.
Cerca de 20 años después Charles X. Xavier ha sustentado su tesis doctoral  y gracias a la agente Moira Mac Taggert está a punto de ayudar a la CIA; mientras que Lehnsherr, recorre medio mundo siguiendo las pistas de Schmidt quien ahora se hace llamar Sebastian Shaw, y está tejiendo intrigas entre los altos mandos de los Estados Unidos y la Unión Soviética, para convertir la Guerra Fría, en una Guerra Nuclear. En esas circunstancias sus destinos se cruzan, y Charles le  salva la vida a Erik, le explica que ambos son especiales, para luego proponerle unir sus fuerzas ir contra Shaw y luego luchar por la causa mutante.
Todo esto se sucede a un ritmo trepidante, que apenas deja respirar, y nos fuerza a estar atentos a los continuos cambios de escenario, y aparición de nuevos personajes en escena. Vaughn mete de todo en su historia: acción, humor, drama, algo de historia, pero sin que la mezcla se estropee o luzca forzada, salvo la pequeña licencia histórica que se toma hacia al final con la Crisis de los Misiles de Cuba, pero que comparada con la que se tomó Tarantino en la mencionada Inglourious... es microscópica.
Los efectos especiales están bastante bien logrados, y aunque quizá algún sector del público puede pensar que son poco vistosos, la verdad es que son lo suficientemente discretos como para no opacar a los otros elementos del film. Otro elemento importante de esta película es la recreación de época: los sesentas están muy bien reflejados en varios elementos (vestuario, arquitectura, emisiones de televisión), pero no de manera general, sino muy en concreto en 1962, con todo lo que ocurría ese año.
Sin embargo, el punto fuerte de la película, además de la historia bien contada, está en el buen trabajo del reparto, X Men: Primera Generación, cuenta con uno de los mejores trabajos de casting que hemos visto en este tipo de películas. James Mc Avoy cumple bastante bien con el rol del joven Xavier, y vemos cómo su personaje va creciendo desde su despreocupada juventud, pasando por su creciente interés en la ciencia hasta su liderazgo pacífico de la causa mutante a la que se entrega en cuerpo y alma.
Pero, como ya hemos mencionado antes, quien se roba el show es Michael Fassbender, quizá en parte porque Magneto,  su personaje es el más rico, con un pasado muy sufrido, que evoluciona de la venganza pura a la lucha por la causa mutante, pero sin renunciar nunca a su agenda personal. Fassbender le da crediblidad y dignidad al personaje, al demostrarnos su dolor, su esperanza y su ambigua amistad con Charles Xavier, a quien respeta mucho, pero con quien no puede estar de acuerdo en todo.
El resto del reparto no desentona, Kevin Bacon compone un villano que quizá no sea tan atractivo como los de otras películas de superhéroes, como por ejemplo Batman, pero cumple, e incluso nos guarda alguna sorpresa. También podemos mencionar a  Rose Byrne (agente Mc Taggert) que destaca en la serie Damages, January Jones (Emma Frost) una de las revelaciones de la serie Mad Men, Nicholas Hoult (Beast) y Jennifer Lawrence (Mystique).
Si algo hay que reprochar, es esa creciente mala costumbre de las distribuidoras de doblar las películas al español. En este caso el resultado es aún más ridículo, porque gran parte de los diálogos están en alemán, que solo ha sido subtitulado.
En resumen, se trata de un prometedor nuevo comienzo, que hace renacer la fe en esta serie, y que además nos deja con muchas ganas de conocer el siguiente trabajo de Mathew Vaughn.

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