Wicked: un Musical

 La saga de El Mago de Oz creada por Frank Baum en el año 1900 ha generado una enorme cantidad de secuelas, adaptaciones e interpretaciones en diversos medios, siendo una de las obras más populares en los Estados Unidos.

Una de las derivaciones de ese universo es Wicked, Memorias de una bruja mala, escrita en 1995 por Gregory Maguire y que tiene tres secuelas. La novela ganó rápidamente adeptos y hace dos años se adaptó como musical primero en San Francisco y luego en Broadway donde se convirtió en uno de los musicales con más permanencia de todos los tiempos.

Con esos antecedentes era cuestión de tiempo que Wicked fuera llevada al cine por John M. Chu aunque con un reparto diferente, encabezado por las dos cantantes y actrices Ariana Grande y Cynthia Erivo. La historia inicia donde termina la película de El Mago de Oz, con los restos humeantes de Elphaba, la Bruja Mala del Oeste (Erivo), luego de que Dorothy le arrojara un balde con agua liberando así a los habitantes de Munchkin.



Ellos le agradecen a Glinda (Grande) la bruja buena del Norte por haberlos liberado y le hacen varias preguntas sobre Elphaba, entre ellas "¿por qué se volvió tan mala?", por lo que Glinda que ya estaba a punto de salir, se queda a contarles la historia generando así un largo flashback sobre su amiga, la "bruja mala". En el flashback cuenta rápidamente el nacimiento de Elphaba, su difícil infancia por nacer de color verde (referencia a El Niño del Pelo Verde de Joseph Losey), su amor por los animales y luego su ingreso casual a la universidad, en donde llama la atención de una antigua profesora: Miss Morrible.

Este mundo de Oz es algo diferente al creado por Baum: aunque en apariencia es similar en el fondo se trata de una dictadura velada que poco a poco va restringiendo las libertades de sus habitantes, especialmente de una minoría de ellos: los animales quienes antes hablaban y hacían tareas de humanos, pero que ahora van rumbo a ser esclavos sin voz.

Aunque es más evidente en el musical de Broadway, en la película este mundo fascista de Oz va emergiendo poco a poco, detrás del brillo y el rosa, y los decorados un poco estilo Disney de algunos lugares de la Universidad Shiz. A pesar de las canciones (y en algunos casos gracias a ellas), la trama avanza rápido y no se sienten las casi tres horas que dura la película.

Wicked homenajea a la película de 1939 y es por eso que ofrce un musical clásico, sin experimentos, ni autotunes, ni otras cosas extrañas. Además gracias al excelente casting las voces, especialmente las principales no decepcionan en ningún momento. Ya eran conocidas las habilidades vocales de Ariana Grande, pero las de Cynthia Erivo han sido una verdadera sorpresa, y los momentos en que cantan a dúo sus voces se trenzan en armonías poco oídas.

También es de destacarse el trabajo de adaptación del guion. Se tiene mucho cuidado en que la historia no se reduzca a una lucha de buenos y malos, sino de personajes que van tomando decisiones en el camino a veces correctas a veces equivocadas. En el caso de Ariana Grande se nota un poco más, porque encarna a un personaje que al principio es frívolo y muy superficial, pero su admiración y agradecimiento con Elphaba la van cambiando hasta llegar a entir por ella real amistad. Esa transformación es creíble y hace que el personaje encaje con el espectador, aún en su etapa más antipática.

Si bien el final es algo apresurado y todavía falta una parte (se ha adaptado solo el primer acto del musical), Wicked es una agradable sorpresa y sería justo que se lleve más de algún Oscar, al menos los que se premian al mejor score y las mejores canciones.


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