No miren arriba

 Adam Mc Kay es un guionista de comedias que debutó incialmente en el mítico programa televisivo Saturday Night Live, donde estuvo varias temporadas. Luego hizo equipo con el actor Will Ferrel escribiendo y dirigiendolo en las comedias exitosas Anchorman, Talladega Nights, Stepbrothers, The Other Guys entre otras.

Ultimamente ha pretendido llevar su humor a otro nivel, metiéndose en temas más serios como el crack del 2008 en The Big Short, y luego con una casi parodia de Biopic del vicepresidente Dick Cheney en Vice; la primera le hizo ganar un Oscar como guionista y la segunda obtuvo tres nominaciones a los mismos premios.

Siguiendo en esa línea es que es contratado por Netflix para hacer Don't Look Up, una especie de sátira en la que dos científicos descubren que un cometa está a punto de destruir la tierra, pero al comunicarlo al gobierno y luego a los medios, no tienen las reacciones que esperaban, y  parecen tomarselo todo con mucha calma.

Al igual que The Big Short y Vice, Don't Look Up es también una película coral, con múltiples personajes, solo que cada uno más negativo y más disparatado que el otro, por lo cual es muy difícil que el público se identifique con alguno de ellos.

Los personajes se quedan entonces a nivel de caricatura y no tienen mayor transformación a lo largo de la película. Las tramas en las que se ven envueltos, se desarrollan solo a un nivel muy superficial y saltan de una a otra sin mayor orden, dejando varias sin cerrar.

El final es desesperanzador, pero no impactante y no deja claro el mensaje que el director quería hacernos llegar, si es que realmente tenía ganas de hacerlo.

Cuenta con un reparto multiestelar encabezado por Leo Di Caprio, Jenniffer Lawrence y Meryl Streep que se toman en serio sus papeles, pero que poco pueden hacer por salvar la nave del desastre, a pesar de sí existen algunos momentos divertidos, y nos dan una idea de que pudo ser este film, sino se perdía el control sobre él.

Tampoco se entiende que hace Don't Look Up entre las 10 nominadas a mejor película, pero allí está. No creemos que gane nada, ni siquiera el de mejor guion original que firma el mismo McKay. Y en poco tiempo pasará a la larga lista de las olvidables.