Mank

 Considerada por varios críticos como una de las mejores películas de todos los tiempos Citizen Kane (El Ciudadano Kane), sigue despertando interés y pasiones, como demuestra este último trabajo de David Fincher que se centra en el proceso de creación de esa película.

O para ser más claros, en lo que sería el proceso de creación según la versión de la crítica Pauline Kael y otros, quienes desconocieron el aporte de Welles al guion de esta película, y le dieron todo el mérito a su coguionista Henry Mankewiecz, polémica que se creía ya superada a favor de Welles, pero que todavía está vigente para algunos, como Jack Fincher, el padre del director, quien es el autor del guion de esta cinta Mank.

La película no oculta ser un homenaje a Citizen Kane, y por ello toma de ella varias cosas: la narración en base a flashbacks, la fotografía en blanco y negro, los diálogos extensos y acelarados, el ágil montaje, el sonido vintage, el enfoque, la iluminación y la dirección de arte muy similares. Los créditos iniciales sí no son muy semejantes, pero son mucho más parecidos a los de una película de los 40, que a una actual.

Todo este homenaje deslumbra desde los primeros minutos, la conjunción de todos los elementos técnicos descritos líneas arriba, causan una grata impresión, especialmente en el espectador que ya ha tenido la oportunidad de ver Citizen Kane antes (cosa que por cierto hoy es bastante difícil: a pesar de ser consdierada una de las mejores de la historia, ni las cadenas de televisión, ni las más famosas plataformas de streaming la tienen en su programación, probablemente por ser un film exigente).

Pero toda esta perfección, toda esta maravilla de recontrucción de los años más dorados de Hollywood, llega a abrumar en algún momento, es como mirar a un cielo que no vas a alcanzar jamás. 



Si a eso agregamos el injusto trato que recibe el personaje de Orson Welles en esta película (aparece poco y cuando lo hace solo esa para reclamar y renegar), el agobio inicial, se torna en franca incomodidad. 

Solo la actuación de Amanda Seyfried, da la nota humana en medio de tanta perfección, ella realiza una excelente caracterización de Marion Davies, la esposa de William Randolph Hearst, el magnate en el que se basa el personaje principal de Citizen Kane. Destaca a pesar de las bastante aceptables actuaciones de Gary Oldman, Charles Dance y otros miembros del reparto.

Así que a pesar de sus 10 nominaciones, es muy probable que ocurra con Mank, lo que ocurrió el año pasado con The Irishman, también de Netflix. Esperemos eso sí que Amanda Seyfried se lleve la estatuilla esta vez, se lo merece.



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