De Arañas y Estranguladores
Se han estrenado con pocos días de diferencia en diferentes plataformas de streaming dos películas que tienen sorprendentes puntos en común, aunque también varias diferencias. Se trata de la danesa Holly Spider estrenada en Mubi y más recientemente El Estrangulador de Boston (The Boston Strangler), estrenada en Stars.
En ambas hay un asesino en serie que estrangula mujeres, en ambas la policía por ocultas razones no parece hacer lo mínimo para dar con el criminal, en ambas son mujeres periodistas las que encuentran más pistas que las autoridades, y en ambas las mujeres se enfrentan a sociedades patriarcales o mejor dicho misóginas, donde a las mujeres les están vedados varios roles y quienes desafían el statuo quo deben pagar las consecuencias.
Hasta aquí las semejanzas. Las diferencias también son varias: una se sitúa en la costa este de los Estados Unidos en los años 60, la otra en el Irán de comienzos de siglo. La situación política tampoco es la misma, aun con sus limitaciones los Estados Unidos son una democracia y hasta ahora Irán es una república islámica donde las libertades son muy reducidas. En la primera película son dos mujeres reporteras las que van descubriendo las pistas del asesino, mientras que en la película iraní es un periodista hombre, la que ayuda a la protagonista.
Pero las mayores diferencias se dan en el tratamiento. The Boston Strangler, dirigida por Matt Ruskin, no tiene nada que ver con la cinta del mismo titulo de 1968. Ruskin más que centrarse en el asesino se centra en la historia de Loretta Mac Laughlin (Kiera Knightley) y Jane Cole (Carrie Coon), periodistas rivales de un pequeño diario de Boston, obligadas a trabajar juntas en el caso del estrangulador que aterroriza la ciudad, descubierto inicialmente por Loretta y bautizado con ese nombre por ambas.
La identidad del asesino es un misterio tanta para ellas como para el público, aunque se muestren con cierto detalle algunos de los crímenes, no llegamos a ver su rostro. El director ha elegido además contar su historia en tonos verdosos, grises y ocres, que acrecientan el tono misterioso del film y además reafirman el aire de la antigüedad que se le quiere otorgar a la película.
Las actuaciones de las protaognistas están bien, hacen a sus personajes más o menos creíbles dentro de lo que se puede, porque el guion si bien las presenta de manera interesante, no las desarrolla de manera adecuada y van perdiendo interés para el espectador.
Lo mismo pasa con la trama, ya de por sí complicada cuando empiezan a aparecer los primeros sospechosos, el exceso de explicaciones y el extendido metraje de la cinta, hacen que se pierda el misterio y el espectador solo espera al final para ver qué ha pasado.
Todo lo contrario ocurre con el tratamiento de Holy Spider, del iraní Ali Abbasi. Acá sabemos desde los primeros tramos quién es el asesino, sabemos de qué vive, con quién vive y hasta sabemos cuáles son los motivos que tiene para cometer esos horribles asesinatos, que acá si son mostrados con repulsivo detalle.
Parece además no haber un tratamiento de color, o al menos pareciera que se está utilizando una cámara digital que registra todo sin preocuparse por la iluminación, tanto en las escenas de día, como en las nocturnas donde se registra la luz artificial.
Además el personaje de la periodista está mejor desarrollado y la actriz Zar Emir Ebrahimi lo interpreta muy bien, al punto de haber ganado el premio a la mejor actriz en el Festival de Cannes del año pasado, aunque los demás personajes no lucen tan acabados.
Sin embargo, la cinta acierta en mostrarnos una sociedad abiertamente misógina, donde un asesino de esa calaña es casi considerado un héroe nacional por el odio que gran parte de la población le tiene a las víctimas (la mayoría prostitutas y drogadictas).
Y es aquí donde reside el verdadero horror de la cinta, los verdaeros monstruos: no tanto en el asesino que finalmente es capturado y enjuiciado, sino en la población que pide a gritos su libertad o cree que es un ejemplo a seguir. Los minutos finales, una secuencia con los hijos del asesino, realmente eriza la piel.
En ese sentido Holy Spider es un fim mucho más interesante y de visión casi obligatoria, sobre todo en sociedades como la nuestra, donde a una mujer se le prende fuego en la calle y su asesino, huye tranquilo por la ciudad, sin que nadie lo detenga.
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