El Maestro y el fin del mundo

 Bradley Cooper es un actor que debutó como director en el 2018 con el drama Nace una estrella, película que además protagonizaba con la cantante Lady Gaga y que tuvo muy buena recepción tanto de público como de crítica en esos años, al punto que estuvo nominada a 8 óscares (aunque solo se llevó uno a mejor tema original).

Maestro, es la segunda película que protagoniza y dirige, considerada por algunos como "la película que consagrará a Bradley Cooper como realizador", se centra en la vida amorosa del pianista, compositor y director de orquesta Leonard Bernstein.

Sin embargo, desde los primeros minutos nos damos cuenta que lejos de ser un film consagratorio Maestro es una decepción. Tras una acelerada y casi insufrible introducción en blanco y negro, en la que se nos muestra cómo Bernstein llegó a consagrarse como director de orquesta y cómo conoce a Felicia Montealegre, compañera de vida para sus próximos años, se evidencia que la historia que se quiere contar está mal planteada y desarrollada.

Luego de esa edulcorada introducción en blanco y negro, sigue una que aparenta ser más seria, ahora a color (que trata de imitar los tonos del technicolor de la época), en donde se muestra la agitada vida marital de los Bernstein, la llegada de los hijos y los problemas sentimentales y profesionales que amenazan la relación.

El problema es que todo esto está tratado de manera muy superficial, pareciera que Cooper y sus guionistas hubieran querido meter mucha información a esta historia y por eso da la sensación de que todo se ha hecho con gran prisa, sin profundizar ni en tramas ni personajes.

Lo peor sin embargo es la caracterización del personaje de Bernstein, reducido en el film a mera caricatura. En efecto, el músico es mostrado como un personaje que se avalanza sobre cada joven nuevo que ve, que no para de fumar (prácticamente no hay un solo plano en el que Cooper no aparezca con un cigarro en la mano), y que habla con un artificial tono gangoso (basta ver videos antiguos en You Tube para darnos cuenta que Bernstein no hablaba así) lo cual desmerece todas las escenas supuestamente dramáticas.

Lamentablemente arrastra en sus errores a Carey Mulligan, actriz competente quien encargna a su esposa Felicia, pues en las escenas que aparece con él, también suelta sus diálogos a toda velocidad, y parece contagiada de esa prisa por terminar pronto que hemos mencionado antes. El resto de personajes, prácticamente son satélites que giran alrededor de la pareja protagónica.

Lo único rescatable es escuchar la música de Mahler y otros compositores, pero desgraciadamente también ésta pasa casi siempre a un segundo plano y apenas se destaca en alguna escena.

Es una pena que se desperdicie una oportunidad tan importante de retratar la vida de un personaje tan interesante como Leonard Bernstein, cuyas virtudes, defectos y complejidades son mucho más ricas que las que nos muestra esta fallida película de Cooper. Ojalá se reinvidinque más adelante.

DEJAR EL MUNDO ATRÁS

Algunos días atrás Netflix estrenó otro film que no obtuvo tan buenas críticas, se trata de Dejar el mundo atrás, una cinta de Sam Esmail, conocido por ser uno de los showrunners de la serie de ciencia ficción Mr Robot. Se decía de ella que tenía buen arranque pero que luego se iba desinflando.

Y efectivamente tiene un buen arranque: La historia de una familia que parece que por fin va a vivir las vacaciones soñadas en las playas de Long Island y a la que le empiezan a ocurrir cosas extrañas como ser testigos de un  enorme buque que encalla en la playa, una serie de hechos aparentemente sin conexión (como la aparición de manadas de venados y la internet que se ha ido) y finalmente la visita de dos extraños que dicen ser los dueños de la casa que ellos han rentado. Todo esto llama mucho la atención del espectador y deja con ganas de continuar la historia, aunque esta haya sido divida en partes, recurso que no aporta nada y más bien distrae.

Más adelante las cosas raras se van multiplicando, casi todo el mundo parece haber desaparecido, hay drones soltando miles de panfletos, sonidos extraños que se reproducen en cualquier momento y que parecen reventar los tímpanos, animales que llegan en manadas a las casas, las carreteras se han bloqueado por cientos de autos autoconducidos que han perdido el control y se estrellan unos con otros, etc.

En medio de todo este caos creciente, los residentes y los dueños de casa que inicialmente se ven con mucha desconfianza, no les queda otra cosa que ir confiando unos en otros, porque se ve que lo que está ocurriendo es serio. Esta quizá sea el momento menos convincente: cuando Julia Roberts y Mahershala Ali, pasan de casi golpearse a terminar bailando pegados, pero felizmente este deliz de intimidad es dejado de lado rápido.

El resto del reparto está muy bien, nos ayudan a convencer de que algo muy malo está pasando. Destacan especialmente Ethan Hawke y Kevin Bacon, que tienen una tensa escena (probablemente la mejor) cerca del final .

A quienes no les ha gustado, señalan que la película se queda en el aire, que no muestra nada y que no resuelve nada. Pero considero que no hace falta desarrollar nada más, lo que la película hace es plantear Mc Guffins, ese recurso hitchcockniano que se emplea como gancho y que justamente su gracia reside en que apenas necesita ser explicado, y nos va soltando información a cuentagotas, para que nosotros armemos el desenlace.

Muchos thrillers y películas de terror justamente se hechan a perder en el momento de la revelación: cuando conocemos al monstruo o la explicación de todo lo que ocurre, y descubrimos que ese monstruo o esa explicación no están a la altura de todo lo que hemos visto. Entonces no siempre es necesario mostrar al monstruo, a veces es mejor dejarlo en indicios.

Y bueno, nadie puede negar que el final si bien no resuelve nada es bastante original: el personaje de la adolescente Rose (Farrah Mackenzie), por fin ha econtrado el dvd con el capítulo final de la serie Friends que estaba viendo cuando se fue la internet, el mundo se puede venir abajo, pero ella será la más feliz de todos.